domingo, 22 de noviembre de 2015

Reflexión primera sesión presencial



1.       Mi formación como docente.


Mi nombre es María, soy maestra en una pequeña escuela de Cantabria y este es mi segundo curso trabajando como docente. Soy tutora en sexto de primaria aunque mis clases son ciencias naturales (en inglés) y ciencias sociales en diferentes cursos.



En cuanto a mi formación como docente no ha sido continua desde que comencé la universidad, hace ya diez años, hasta hoy en día. Primero realicé la diplomatura en magisterio de educación primaria y varios pequeños cursos, pero comencé a trabajar en una librería y deje un poco de lado mi formación como docente. Al cabo de unos tres años retomé los estudios e hice grado en infantil, adaptación a grado en primaria, ambas con la mención de inglés, escuela oficial de idiomas, varios cursos de diversa temática… y  mi curso más reciente sobre nuevas metodologías, impartido desde el colegio San Gregorio de Aguilar de Campoo y que es la razón de la creación de este blog.



Considero que mi tiempo de trabajo antes de comenzar a trabajar como maestra también ha sido un tiempo muy valioso y que me ha formado en muchos otros aspectos que indirectamente me están ayudando en mi labor como docente, como por ejemplo la bibliografía infantil. Es fundamental para mí estar en continua formación, por suerte hoy día hay multitud de opciones, presenciales, online, etc. para poder acceder a esta formación.


2. Mi práctica docente.






Aunque mi experiencia como docente es de apenas un curso escolar, siempre he intentado seguir la línea de trabajo que existe en mi centro, e ir haciendo pequeñas incorporaciones, pequeñas practicas más innovadoras y más encaminadas al trabajo por proyectos.



En mi colegio trabajamos con libro de texto, lo cual es una herramienta excepcional, útil y que los alumnos ya conocen y manejan con facilidad. Además poco a poco se ha ido incorporando el proyecto bilingüe y el uso de las nuevas tecnologías en el día a día en todas las áreas. En mis clases debo incorporar todos estos elementos pero además intento ir un poco más allá y hacer propuestas para los alumnos motivadoras y eficaces, como puede ser la realización de un proyecto por equipos. En este sentido en el poco tiempo que llevamos de curso he aprendido cosas muy útiles, como son el reparto de roles para el trabajo en equipo, que sin duda incorporaré en clase.



La clase la tengo organizada en forma de u para facilitar la comunicación, excepto cuando trabajamos por grupos que se colocan en mesas de cuatro o cinco. Considero que los beneficios del trabajo en grupo son múltiples porque los alumnos están más motivados, por lo que tienen más ganas de aprender y su atención es mejor. Normalmente dejo a los grupos que organicen el trabajo cómo consideren e intervengo en los grupos en los que no hay consenso o no se ponen de acuerdo.



3. ¿Trabajo solo o en equipo?






Si para los alumnos en mucho más enriquecedor, motivador y constructivo el trabajo y aprendizaje en equipo, está claro que en el caso de los docentes ocurre lo mismo. Para que exista un verdadero trabajo en equipo primero se debe de formar equipo. Este equipo debe saber cuáles son los objetivos que se pretender alcanzar, debe tener una organización, cada persona debe tener claro cuál es su rol, tener tiempos de concretos de coordinación y comunicación continua y eficaz, debe existir un clima de confianza y un compromiso por parte de todos los miembros.



Es cierto que desde mi experiencia, aunque se realicen reuniones sistemáticas, el clima sea bueno, etc. el tiempo resulta insuficiente y no existe un verdadero trabajo en equipo. Bajo mi punto de vista la falta de tiempo es un obstáculo principal para el trabajo en equipo.



4. Evaluación.






En mi aula utilizo distintos tipos de evaluación, ya que la metodología de trabajo va por unidades didácticas la evaluación también. En el comienzo de cada unidad didáctica realizo una evaluación inicial para saber el punto de partida de los alumnos y saber si realmente se ha dado un aprendizaje, o el punto inicial y final es el mismo. A lo largo del trabajo con la unidad didáctica, que puede ser desde el trabajo con el libro, realizar un trabajo individual, por grupos o un pequeño proyecto, voy evaluando ese trabajo diario desde la observación, preguntar diariamente lo que se va trabajando, revisión de esquemas, etc. Es importante también para mí evaluar ese tiempo de trabajo personal en casa que puede ser realizar un pequeño ejercicio o repaso de lo trabajado en clase. Al final de la unidad también se realiza una evaluación del producto final o examen, según la unidad didáctica. Las rúbricas son un elemento que poco a poco voy incorporando a distintas evaluaciones y que los alumnos valoran muy positivamente porque les permite conocer que aspectos voy a tener en cuenta, con mucho detalle y por otro lado para mí es un recurso que me ayuda a eliminar subjetividad en algunas valoraciones y a centrarme en los puntos fundamentales y objetivos de la actividad.



En cuanto a mi práctica como docente no llevo a cabo ningún tipo de evaluación, al final de las unidades didácticas intento anotar algunas ideas sobre fallos que he detectado o actividades que han sido exitosas y que los alumnos han valorado favorablemente, para seguir trabajando en esa dirección. No llevo a cabo ningún registro sistemático semanal o diario, ni formal, ni utilizo rúbricas para mi autoevaluación, aunque reconozco que es algo que debo poner en práctica lo antes posible pues ayuda a no conformarse y ser consciente de aquellos aspectos en los que se debe mejorar.



En la evaluación del aprendizaje de alumnos de primaria, considero que la mayor parte debe llevarla a cabo el profesor, aunque  considero que también sería muy positivo que los propios alumnos se evaluaran a ellos mismos porque para el docente aunque se intenta ser lo más objetivo posible, siempre hay determinados aspectos que se escapan y que no estemos teniendo en cuenta a la hora de evaluar. En cuanto a la evaluación entre alumnos tengo mis dudas, considero que el aportar ideas o puntos de vista por parte de los compañeros sobre una actividad que ha realizado un compañero es muy enriquecedor, pero no sé si se debería tener en cuenta en la evaluación, la nota, que lleve el alumno a casa.



En cualquier caso la evaluación es un elemento fundamental de mi práctica educativa, ya que creo que la forma más justa y provechosa de llevarla a cabo, es diariamente para poder dar feedback a los alumnos en el día a día.



5. Mejora continua de mi práctica educativa.






Considero que la experiencia siempre es un punto clave para mejorar la práctica educativa, las ganas y entusiasmo por lo que hacemos y por querer hacerlo cada vez mejor. Un aspecto clave para la mejora mi trabajo es la formación, conocer aquellas prácticas que ya se conocen, se han llevado a cabo y han funcionado, tienen éxito en otros centros similar al mío, pues el contexto también condiciona la práctica. Este es el caso del colegio San Gregorio, que supone para mí una oportunidad de aprender otra metodología de trabajo, más en consonancia con el desarrollo de las competencias que desde la legislación se plantean y más en consonancia con el mundo tecnológico en el que vivimos, y un mundo en el que los alumnos deberán ir superando distintos retos. En el tiempo que llevo trabajando me he dado cuenta de la importancia de trabajar aspectos emocionales con los alumnos, que les ayuden a conformar su personalidad y su autoestima.



En este curso puedo aportar mis pequeñas experiencias y sobre todo mis ganas de aprender cómo mejorar, para llevarlo al aula y para compartirlo con otros profesores.

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