El tema que propone este artículo
me ha encantado, pues en muchas ocasiones me pregunto ¿cómo poder cumplir con
la ley a la vez que me relajo en las clases, dejando de verdad ser más
protagonistas a los alumnos, dedicando más tiempo a determinados temas,
saboreando esos buenos momentos, aprovechando las motivaciones de los alumnos,
etc?.
Buscando más información acerca
de esta filosofía o movimiento slow, he encontrado que el origen del concepto
surgió en Italia como protesta por la apertura de un McDonals. Esta corriente
de pensamiento propone que las actividades humanas se hagan de forma
calmada, sin someterse a la tiranía del
tiempo, pues las cosas importantes de la vida no deberían acelerarse. Aplicado
a la educación, todas las horas que los alumnos pasan en el aula, con nosotros,
está claro que son momentos muy importantes en la vida, no solo de alumnos sino
en las nuestras como docentes. Hay momentos realmente maravillosos, que no
deberíamos dejar escapar por falta de tiempo o porque ya toca pasar al tema o
ejercicio siguiente.
Además en España hay dos centros
slow, uno en Gijón y otro en Bilbao, que apuestan por vivir, aprender al máximo
del momento presente, sin prisas, como la mejor manera de desarrollo personal.
Me gustaría saber cómo en estos centros se trabaja, qué de distinto hay en esta
forma de impartir clases y como todo ello se recoge y se evalúa, sí es que hay
que evaluarlo.
Es muy positivo reflexionar sobre
el tema del tiempo y de la importancia que damos a cada actividad o momento con
nuestros alumnos. También creo que no debería quedarse solo en reflexión sino,
en la medida de lo posible, intentar llevar a cabo una educación más pausada y
reflexiva, pues ello no va en detrimento del aprendizaje de nuestros alumnos.
Como punto negativo, debo decir,
que como todo llevado a un extremismo puede ser muy negativo, pues los propios
profesores podemos caer en la pereza o dejadez de temas importantes, o en no
cumplir realmente con lo que por ley se nos exige a nosotros y a nuestros
alumnos. Llevado a un extremo o descontrol por parte del profesor podría
convertirse en una pérdida de tiempo.
Los consejos al final del
artículo creo que son muy buenos, coherentes y un punto intermedio para poder
llevar a cabo parte de esta filosofía que puede ser tan beneficiosa para todos.
Son consejos sencillos y que perfectamente se pueden hacer en el aula sin que
nuestro trabajo se vea alterado. Sin duda tomo buena nota de ellos para
tenerlos presentes en mis clases.
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